sábado, 28 de marzo de 2009

D-De 17 a 16 y media

Esta mañana me he ido a hacer 10 km al lado de mi casa (como siempre cambiando los entrenamientos, pero es lo que hay y tengo que adaptarme). Cuando he llegado, al ponerme a estirar, he descubierto con gran desesperacion como en el lateral exterior de mi zapatilla izquierda, habia una raja de unos 8 cm. de longitud. Esa herida es de caracter mortal y tras examinarla detenidamente, poco mas se puede hacer por prolongar su vida ya que me arriesgo a que el pie entero salga por esa abertura si se sigue abriendo. Hace unos dias percibi un poco deshilachado el lateral, pero no le di importancia y el no saber prevenir me va a dejar sin unas de mis mejores zapatillas. No era la primera reparacion que tenian, ya que el esparadrapo habia cubierto el desgarre de la tela interior a la altura de los talones producido en el 50 de Madrid.
Con ellas termine el indicado 50 de Madrid, el 10 del andaluz donde volvi a subirme a un podio regional y realice tambien el 20 de Lugano.
Como tengo un par de la misma marca y las diadora no me terminan de convencer para las distancias superiores al 5, creo que conservare la zapatilla derecha por si puedo emparejarla en el futuro.
Con la desaparicion de la zapatilla izquierda desaparece tambien una de las que mas daño me ha hecho: una rozadura sangrante con tendinitis en el tendon del talon ademas de una ampolla lateral en el talon que no tengo ni idea de como me la he producido, pero ahi estaba esta mañana. Por supuesto no se puede comparar con aquella a la que le "recauchutaba" la suela con carton porque tenia un agujero en el dedo gordo y cuando el asfalto desintegraba el carton me quemaba el mismo.
Descanse en paz y ahora a buscar un nuevo par para reemplazarla.

3 comentarios:

  1. Eso es amortizar y lo demás es tontería!

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  2. Cuando hables de rozaduras sangrantes es mejor que acompañes el comentario con foto, para entenderlo mejor.

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  3. En el año 93 aun no tenia camara, si no seguro que tendria algun recuerdo de aquello. La economia precaria de un pre-estudiante hacia que el carton fuera uno de los metodos alternativos a comprar unas zapatillas que en aquella epoca eran carisimas.

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