Ya estamos en Vancouver. El dia 1 fue mas bien el dia de viaje y toma de contacto.
Malaga-Londres sin problemas, pero en Londres te hacen dar muchas vueltas por el aeropuerto en un caos de pasillos que nadie entiende (yo creo que ellos mismos tampoco), e incluso llegamos a pensar que ibamos al mismo sitio dando la vuelta entera al mismo edificio.
Lo de los controles en Heathrow es de locos. No se puede cachear a una niña de 3 años porque le piten las hebillas de las sandalias y abrir un potito y tener que probarlo para demostrar que es la comida de otra niña mas pequeña. Si le llegan a confiscar el agua bendita a una excursion que iba delante nuestra desde el vaticano, yo creo que ya hubiera sido el colmo (y una trastada para el grupo ese). Yo sin embargo, pase con una mochila llena de dispositivos electronicos entre los que podia haber mezclado lo que quisiera.
En el avion, que anteriormente iba lleno de españoles para competir, solo estabamos 5. Mi compañero bombero de Malaga, 3 policias de La Orotava y yo. Habia tambien unos cuantos belgas y un aleman que tenia musculos marcados hasta en la cara (capaz de hacer pesas con la mandibula).
Ya en Vancouver, a mi compañero le perdieron los carritos de las niñas, asi que les han dado el viaje. Peor fue para los belgas que les perdieron 2 bicicletas y a un par de ellos todo el equipaje.
Tras llegar al hotel, me fui a rodar 20 minutos para soltar piernas por un paseo peatonal al lado de la playa. A la gente le sigue extrañando ver a un marchador, pero al menos no se meten contigo. Estaba empetado de gente, pero te dejaban hasta paso.
Cenamos en un restaurante llamado La bodega, con platos "españoles", al menos en el nombre. Tenia carteles de los 80 de España. El pollo, era el conocido Kentucky fried chicken ese, los pinchos morunos si se parecian (aunque no son españoles). La bebida tipica era la sangria (eso ponia el menu). No preguntamos por el arroz tipico español, por si cualquier parecido con la paella fuese discutible. El sitio no estaba mal, al fin y al cabo, y comimos bien. Habia un español cenado que estaba vacilandole a la novia guiri presentandole los platos tipicos españoles.
A las 5 de la mañana, ya estabamos despiertos, cosas del jet lag y que aqui a las 5 y media ya es de dia.
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