Tras la historia del pato sevillano y la del Prestige, voy a dar un giro a la linea que llevaba para no deprimiros con mis penurias y os cuento la historia que posiblemente sea una de las mas divertidas de todas, o al menos asi lo recuerdo ahora, porque en aquel momento estaba un poco asustado e incluso temi por mi integridad fisica.
Cuando vivia en Malaga, uno de los hobbies que teniamos era ver como crecian los pollos de gaviota que habia en el piso de enfrente. Vivimos como la gaviota los incubaba, cuando empezaron a asomar la cabecita, cuando se fueron del nido a investigar y se cayeron en la terraza del edificio (a la cual desde entonces no pudo subir nadie) y, lo ultimo, cuando uno de los pollos se aventuro mas de la cuenta y se cayo en el patio interior del edificio (el 3 de Julio de 2006 tengo apuntado).
Logicamente, como eramos casi de la familia porque lo habiamos conocido desde pequeñito, nos preocupamos un poco por el. La madre se tiro toda la tarde graznando y los vecinos contentisimos por ello, pero ninguno se atrevia a bajar o se hicieron los tontos por el "ya lo solucionara alguien".
Como comprobamos que no podia volar lo mas minimo, se me activo la vena protectora de animales y llame a la idem. Yo tenia confianza con el de la prote porque soy voluntario, asi que le dije que si podia llevarle el pollo cuando lo cogiese. Yo daba por hecho que lo iba a hacer, que era pan comido.
Armado con una toalla verde, unas gafas de sol para protegerme los ojos de los picotazos (en eso nos habian insistido varias veces sobre las gaviotas, que atacan a los ojos cuando las coges) y con una caja portatil desmontable que haria las veces de jaula, me plante en el bloque de enfrente que daba a la otra calle. En el primer boton del portero automatico que llame, cuando les dije que venia por el pollo, me abrieron casi sin dejarme terminar de hablar.
Mi mujer en la ventana con la camara de fotos y los vecinos del bloque contemplando al "cazador". Vi al pollo, me acerque y "cuidado!!!". La madre me ataco y tuve que agacharme protegiendome la cabeza. El pollo graznaba y se me escabullia refugiandose entre los coches aparcados (es que ademas era un garaje al descubierto). La gaviota volvio a atacar unas cuantas veces mas y ya no sabia a donde mirar. Al final arrincone al pollo, le tire la toalla verde (que aun conservo de lo buena que ha salido) por encima y lo inmovilice para no dañarle las alas. El pollo chillaba mas y la madre me volvio a atacar. El pollo se escabullo en ese ataque y esta vez lo cogi sin toalla, momento en que volvio a atacarme la gaviota. (Foto robada de aquel momento por una paparazzi. Se observa al vecino del segundo que solo asoma la cabeza para ver si me picoteaba)
Al final, huida hacia la escalera que tenia proteccion, meti el pollo en la caja y lo tape con la toalla para que se tranquilizase. Lo lleve a la protectora y al poco tiempo se solto en el Guadalhorce para la proliferacion de esta especie parasita.
Ese verano salieron algunos reportajes en television de gente que vivia en aticos en Malaga y no podia salir porque las gaviotas se habian adueñado de las terrazas atacando a todo bicho viviente.
Lo que no echo, para nada, de menos son los conciertos a las 7 de la mañana que nos daban todas las gaviotas del barrio al unisono. El dineral que me ahorre en despertadores.
Se observa la madre gaviota con el pico abierto.
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