D-II Trofeo AEMA: La otra cara

Lo mejor de este Trofeo AEMA, por supuesto apartando la competicion, fue el reencuentro con los amigos y el conocer a nuevos que compartimos lo mismo.
Fijaros si son importante los vinculos que desarrollamos en este encuentro, que hay gente que solo he visto una vez en la vida y es como si fueramos conocidos de toda ella.
En la cena previa nos contamos muchas cosas y nos divertimos un monton. Me recordaron una historia con una ambulancia que creian que habia ido a recogerme en la ultima vuelta del 50 del año pasado que yo ni recordaba. Despues empezaron a contar entrenamientos bestias que al parecer van a poner en un hilo nuevo del foro de AEMA para ver quien ha hecho la mayor barbaridad. Pere, que ha escrito un nuevo libro (La cripta del apostol, que he comprado esta misma tarde), firmandole un ejemplar a Juanma. Para finalizar, unos cuantos indicandome que no podia entrenar ni competir de la manera que lo hacia de mas a menos y que tenia que hacerlo mas conservador para conseguir mejores resultados. Mis argumentos no les convencieron y el suyo me dio buen resultado en la prueba, asi que habra que replantearselo, aunque seguro que se me olvida en un mes.
Con mi compañero Pendon, nos recorrimos unos 800 km. en coche para estar en la prueba. Tuvimos la fortuna de ver las tablas de Daimiel con agua, aunque bichos habia bien pocos aun. Comimos estupendamente en Brazatortas, mientras veiamos el calentamiento de los aficionados previo al encuentro Brazatortas-Ciudad Real, el cual acabo con 0-3 para los visitantes, y que paralizo toda la actividad del pueblo.
En la competicion, cuando los jueces ya casi se habian retirado todos de sus posiciones y casi todos los atletas se habian ido, el grupo unido de AEMA esperamos a que terminaran los compis del 50 entre aplausos, abrazos y felicitaciones. Lucas estaba emocionadisimo y me parece una muy justa recompensa a su esfuerzo despues de lo mal que lo pasamos el año pasado.
Sandra y Duce estuvieron alli incombustibles en el avituallamiento durante toda la prueba. Eso es compañerismo. Por cierto, me gustaria ver todo lo que grabo Sandra con la minicamara.
Yo volveria al III Trofeo AEMA solo por esto aunque por otro lado tenga unas consecuencias mas dolorosas.