Cuando elegi entrenar en la Avenida de Andalucia, lo hice porque estaba nuevecita y la vivienda mas cercana esta a 30 metros y los que salen de ella, como mucho sacan a pasear el perro en el sentido de mi circuito.
Un sitio llano, con acera nueva y de unos 2 metros de ancha, bien iluminada de noche, poco transito de vehiculos y de personas, o eso al menos fue lo que me llevo alli en un principio.
Desde que empece a entrenar alli, otras personas han visto como el lugar se adapta tambien a algunas de sus necesidades por casi los mismos motivos que a mi. Gente corriendo tranquilamente, otros paseando a los perros o simplemente paseando ellos, el sitio perfecto para darse un paseo en bici con los niños. Hasta ahi todo normal y perfecto para la convivencia. Existe una simbiosis.
Sin embargo, a pesar de que a un marchador lo pueden considerar bicho raro, hay gente que me gana de calle por sus excentricidades. Hace un par de años empezaron los del kick-boxing que elegian un punto en medio del circuito y alli se ponian a pelearse. Alguna vez choque con ellos porque iban a su bola. Se podian haber ido a la acera contigua, pero en vez de eso, un dia desaparecieron, posiblemente porque encontraron un gimnasio mas calentito.
Alguna vez me he encontrado con algun ciclista a toda leche por la acera, pero creo que habra sido a lo sumo en un par de ocasiones. Afortunadamente la acera era ancha, pero aun asi no los vi apretar el freno en mi presencia.
De los paseadores de perro molestos hay dos tipos: el que lleva el perro suelto porque "no hace nada" pero que se te avalanza y te corta el paso, y el que lo lleva con esa correa extensible de 5 metros que ocupa toda la acera. Para estos ultimos, una respiracion fuerte cuando te acercas o un "paso, por favor" me ha hecho no tener problemas con ellos.
Del sitio de encuentro ya hable en una entrada propia. Hoy habia un coche aparcado esperando pero, o debia hacer mucho frio o estaba el solo, porque se marcho antes de que diera la segunda vuelta.
La "bicho rara" de hoy me ha cabreado un monton. En mi ultima vuelta veo a un perro a toda leche por medio de la carretera, asi que en prevencion me pongo alerta preparandome para darle un puntapie en toda la boca como se acerque demasiado (hacerlo marchando es muy complicado). Sin embargo, el perro sigue por la carretera a su ritmo y una señora en un ciclomotor va detras de el. En un primer momento pienso que se le ha escapado. Cuando estoy llegando al km. 10 y sitio de parada veo que el perro vuelve al mismo ritmo y la otra detras. Bueno, parece que ya lo esta regresando a casa.
Pero es que cuando estoy empezando a estirar en el coche, vuelve el perro a pasar con la otra tonta del ciclomotor detras. Esta vez me quedo mirandola y le digo que no con la cabeza. Acto seguido, telefonazo a los compis y les cuento la situacion. El perro es un peligro porque como se le cruce a alguien puede provocar un accidente. Eso y la lastima que me da el perro que su dueña es una floja por pasearlo asi.
Esperando a los compañeros, veo que la moto vuelve a acercarse, para un momento y vuelve a pasar a mi lado. Esta vez lleva el perro en el reposapies y al pasar a mi lado me dice algo de lo que no me entere en absoluto. Imposible pillarle la matricula pues pasa muy rapido y no hay mucha luz. Justo detras viene un coche patrulla y le señalo el ciclomotor. Unos 500 metros mas alla veo que encienden los prioritarios. Me parece que no voy a poder volver al circuito en algun tiempo. A este paso me estoy quedando sin sitios para entrenar.
A mí lo de las correítas extensibles es que me supera.
ResponderEliminarMi abuela se fue al suelo con la consiguiente hemorragia cerebral postraumatismo porque un perro a cinco metros de su dueño se dio la vuelta envolviéndola con la susodicha correíta.
En todo caso Inca es más tranquilo que Mijas, o al menos la zona por donde corro… (toco madera).