Tras varios años participando en la cabalgata mijeña activamente regulando el trafico y desfilando con unas atractivas luces azules, este año he incumplido la tradicion por primera vez. Los impactos de caramelos en el casco hicieron que esta actividad donde uno queria participar de la alegria de la cabalgata y la ilusion de los niños se convirtiera en algo ya poco atractivo para mi por considerarla un poco peligrosa y no tan divertida.
Este año me he ido con mi hijo mayor a coger caramelos y he vuelto a despertar unos instintos en mi que hacia años no experimentaba: la lucha por los caramelos.
Hemos llegado tarde a la cabalgata por lo que primero hemos tenido que encontrarla. Una vez encontrado un punto, nos pusimos en un lugar donde pensabamos coger algunos caramelillos. Por si acaso, me habia conseguido una bolsa de plastico aunque la creia demasiado grande. Cuando han empezado a lanzar caramelos, mas que cogerlos he tenido que proteger a mi hijo de los empujones, los manotazos, los pisotones, las peleas, etc. Tras esta primera vez, nos hemos adaptado al entorno rapidamente e, instintivamente, hemos desarrollado nuestra estrategia para sobrevivir en la jungla.
A la siguiente oleada de caramelos, yo he dispuesto un arco protector donde, usando la tecnica de taichi de la cola del dragon, me he ubicado con las piernas separadas y flexionadas cubriendo el mayor espacio posible para disponer de un entorno de recolecta mas asequible a la vez que cerraba las posibles intrusiones de mis competidores. La rotacion sobre mis puntos de apoyo unido a una tecnica innata de recoger los caramelos con dos dedos mientras se guardan en la palma con la ayuda de los otros tres antes de acumularlos en los bolsillos, ademas de mi hijo recogiendo rapidamente con sus pequeñas manos donde no llegaban las de los adultos han hecho que consiguieramos un buen botin.
Como ya nos habiamos crecido ante la adversidad y habiamos despertado nuestro lado salvaje, interceptamos a la cabalgata en 5 puntos mas, teniendo que enfrentarnos con nuevos ataques que se unian a los ya recibidos. Los mas peligrosos los de los niños malnacidos que se dedican a lanzar los caramelos a mala leche sobre la gente despistada, aunque tambien, en el punto 4, uno de los pajes de uno de los reyes, que era el dueño del bar donde suelo desayunar, me ha reconocido y me ha lanzado 3 andanadas de caramelos que han hecho impacto sin que pudiera apenas defenderme ademas de lanzar a las hordas recolectoras encima nuestra.
El botin recolectado ha sido de 3 bolsillos y medio (calculo que mas de 2 kilos), asi que estamos muy contentos porque nos lo hemos pasado bien a pesar de que ahora mismo tenga algunas erosiones y magulladuras en los dedos. Hemos sobrevivido y la experiencia adquirida hara que perfeccionemos la proxima recoleccion.
PD: La tecnica del paraguas al reves se va perdiendo ya que en lanzamientos pequeños no se optimiza su uso. La crisis ha traido consigo un menor numero de heridos por varillas de paraguas.
Jajajaja!!! Vaya dos!!
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