Esta entrada no tiene que ver nada con Nostradamus ni ningún otro profeta. No es una visión del futuro, sino la más cruda realidad. El ser humano, afortunadamente, se extingue por lo tonto que es.
El instinto animal hace que la especie procure conseguir la mejor carga genética para su prole y así conseguir mas y mejor descendencia.
En la mayoría de los casos, es la hembra la que decide, escogerá al mas fuerte y grande, para lo que los machos suelen pelear entre ellos desplazando a los ejemplares más debiles y viejos.
Los machos, tal como indica este artículo sobre la araña lobo a modo de ejemplo, suelen preferir a hembras jóvenes. La razón es que su fertilidad es mayor y por tanto tienen mayor posibilidad de repartir sus genes. Lo del canibalismo de los insectos con respecto a las parejas me parece algo duro aunque, bien pensado, así evitan el tema de infidelidades.
Sin embargo, el ser humano es un inútil y por eso está condenado a la extinción. Según la lógica, el hombre preferiría a las mujeres de caderas anchas y pechos grandes que garantizarían tener una buena progenie, es decir, algo así:
Pero babea y se deja seducir por seres no adecuados como estos:
Así que nada, a esperar tranquilamente la extinción.
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