Ayer, Domingo, hubo una barbacoa en casa organizada por nosotros. Creo que era para celebrar el nacimiento de mi segundo hijo, así que ya ibamos con un poco de retraso (unos 2 años), pero ya sabeis lo apretada que es mi agenda.
La vida del deportista es dura y mas cuando uno es un "pofesioná", así que ni esos días especiales se puede perdonar un entrenamiento. Antes de la barbacoa me hice un 5000 y, tras avituallarme adecuadamente en el festín, por supuesto sin ningún exceso, descansé un poco y me hice otro 5000, este ya fuerte.
Si valoráramos el peso obtenido en un día de barbacoa para la media de la población, creo que debo ser el único cuya diferencia de peso es negativa.
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