O-Estambul

Esto de venir a un sitio para no competir es extraño y cansa más por el hecho de tener que hacer turismo. Puedo hacer 20 kms. marchando sin problemas, pero ir a huevo recorriendo sitios y estando mucho tiempo de pie es demasiado para mi espalda y mis rodillas. Pasando el Bosforo, ya puedo decir que he estado en los 5 continentes (hay una norma no escrita que dice que las paradas técnicas en los aeropuertos no se consideran estancias) aunque solo he competido en 3. En el Europeo de Izmir 2014 conseguiré competir en Asia, así que solo me queda África que puedo hacer algún año de estos compitiendo en Casablanca. En Estambul (Istanbul) a los extranjeros se nos denomina también "guiris" y hasta nos indican donde está nuestra entrada en los diferentes sitios.

Lógicamente, tras esa entrada, te meten una clavada para ver el sitio en cuestión. En los únicos sitios donde no te clavan es en las mezquitas, pero a mi eso de tener que ponerte un velo y cubrirte para entrar como que no me ha gustado ni un pelo. Puede ser que el rosa no me favorezca.

La cuestión es que la pasmina me la probé en un harem, concretamente en el palacio de Topkapi, escenario de la pelicula homónima. Me la quité rápido para que no me confundieran y, dada mi belleza comparada con las nativas que también llevaban velo, me metieran para adentro. Ya me imaginaba la última escena de "Con faldas y a lo loco". Sobre monumentos, pues que quereis que os diga, que esto no es lo mio. En las mezquitas no entré en ninguna por principios, incluso me dió rabia que regañaran a mi hijo por pisar una zona que después incluso desinfectaron. Posiblemente las chanclas de mi niño estén más limpias que los apestosos pies de los que pasan por allí. Santa Sofía está que da pena por la falta de conservación y otros sitios más o menos igual. Aquí te cobran por entrar en casi todo y a veces precios abusivos para lo que hay en el interior. El que vuelve a España te cuenta que todo es estupendo y maravilloso para que no sea el único pringado que ha pagado por algo que no merece la pena. Es solo mi opinión personal pues a mi no me ha compensado. Solo hay un sitio, hasta el día de la fecha, que me ha merecido la pena: el museo arqueológico. Concretamente, he estado delante del sarcófago de Alejandro Magno.

Se me pusieron los vellos de punta. Viendo un montón de sarcófagos de mármol y, de repente, me lo encuentro allí, sin esperarlo. Siempre lo había asociado a Alejandría, así que ha sido una gran sorpresa. En la wikipedia dicen que no es el suyo en realidad, pero el subidón que me dió a mi ya no me lo quita nadie. Lo del Orient Express, pues otra cosa que me ha decepcionado. No esperaba ver a Poirot ni Agatha Christie, ni siquiera pienso que esta sea la locomotora del tren, pero al menos un rinconcito pintoresco para los turistas hubiera estado bien.

Otra de las cosas que me ha llamado la atención en Estambul es que aquí no hay problemas de tráfico ya que lo que impera es la anarquía. Al principio me chocó ver a uno sin casco y a otro usando el móvil, pero cuando empecé a ver circular en sentido contrario, cruzar semáforos en rojo (tanto peatones como vehículos), ir por la acera, etc. he descubierto que es el mejor sistema. No he visto ningún coche abollado ni ningún taller de chapa y pintura, así que concluyo que es lo que mejor funciona: todo el mundo a todo trapo pitándose continua y mutuamente. Lo que si me ha gustado es una idea para patentar en España y es la trampa de pinchos.

Con las motos no funciona muy bien, pero con los peatones que van por medio de la calle es la ostia porque revienta los dedos que da gusto como les des una patada sin querer. En temas furgoleros también me he actualizado. Galatasaray y Besiktas son dos barrios de Estambul. También existe un equipo cachondo que es el Konyaspor.

Por último comentar que España ha conseguido hoy su segunda victoria en la Olimpiada de Ajedrez que se disputa aquí. Como no puedo ver las partidas in situ, al menos las sigo vía internet. Ante Bielorrusia, la última de las 4 partidas ha estado muy disputada tras las 3 tablas consecutivas en los otros 3 tableros. Como curiosidad, la húngara Judit Polgar juega en el torneo masculino (Open) en vez del femenino porque sigue siendo muy grande, aunque ya no se escucha tanto como antes.