El domingo pasado estuve en Murcia siendo espectador de la Copa de Europa de Marcha. A pesar de tragarme las pruebas enteritas en directo de pie junto a una valla animando a todo el mundo que conocía y que no conocía, ha sido una experiencia increible por la lluvia de medallas y el poder animar a los nuestros. A veces uno no sabe lo que pasa por la cabeza del que compite y, si el que anima no es conocedor de los pensamientos del que compite, puede estar metiendo la pata. Pero al menos que no se diga que lo intenté, apuntando a mano las vueltas que llevaba cada uno de los competidores del 50 para saber la posición y cuantas vueltas le quedaban a cada uno, pasando referencias de tiempos y puestos. Quizás me encanta demasiado la logística de las pruebas, pero no eché de menos los comentarios del narrador televisivo, al cual por cierto estaban poniendo verde en las redes sociales.
Del domingo podría hablar muchas cosas que casi todo el mundo vio: la espectacular exhibición de poderío de Diego García y Miguel Angel López en sus respectivas pruebas, la evolución inteligente de Pablo Oliva, la carrera sin presión que supuso el record de España Promesa para Laura García-Caro, el coraje de María Pérez para ganar una medalla sabiendo que podía perderlo todo, la valentía de Raquel González saliendo en el grupo de cabeza, el cálculo de tiempos para asegurar la mínima para el mundial de Benjamín Sánchez.
Quizás ellos fueron los protagonistas que quedarán en el recuerdo, pero ahí también estaban Manuel Bermúdez quedando quinto despues de una gran remontada, María José Poves completando el equipo español de 20 kms. femenino que quedó a un solo punto del bronce, Corchete sufriendo en los últimos kilómetros mientras se le escapaba la mínima del 50 kms., Alberto Amezcua, Alvaro Martín y José Ignacio Díaz buscando la plaza mundialista en las circunstancias competitivas mas duras del campeonato, Lidia Sanchez Puebla e Irene Vázquez entrando entre las 10 primeras para darle a España otra medalla de equipos ante rivales muy fuertes.
Pero hay mas. Al ver el 50 desde inicio a fin, puedes ver como evoluciona la carrera y como la experiencia hace que los que salen por encima de sus posibilidades se hundan, caso del frances Xabier le Coz al que estuve animando porque le echó el valor suficiente para terminar. Otros salen mas conservadores y acaban mejorando plazas. También ves lo que tienen que ir al cuarto de baño, y los que no entran a pesar de ir mal, y de ahí el título de esta entrada del blog.
Teodorico Caporaso, dorsal número 12 si no recuerdo mal, de Italia. Puede que lo que comente os parezca una guarrada, pero es lo que pasó. Hizo casi toda la prueba en solitario y las malas lenguas pueden decir que es por lo que hizo, pero tiene mucho merito ir solo. Al grano, que me desvio. En una de las vueltas, puede que entre el km. 10 y el 30, cuando pasó al lado mía, se metío la mano en las mallas y sacó algo de la parte trasera y lo tiró al suelo. Sin entrar en detalles escabrosos, diré que tenía una mancha marrón considerable en la parte trasera de las mallas visible desde el exterior. A medida que pasaba las vueltas, la mancha se fue difuminando y la camiseta tomando un tono sucio. No se donde se limpió las manos o si lo hizo, pero en mi caso que suelo tocarme mucho la nariz para quitarme el sudor, lo hubiera pasado muy mal.
Y ahí expongo los hechos y me planteo que puede pasar por la cabeza de un atleta para, literalmente, cagarse encima, quitarse los deshechos y seguir compitiendo cubierto de mierda. Cierto es que hizo marca personal y se clasificó para el mundial, que no creo que la cámara lo pillara y por lo tanto ese hecho que podía hacerle caer en vergüenza quedaría en una anecdota dentro del grupo italiano. Ese honor en la prueba quedaría mancillado a cambio de otro que le reportaría participar en un mundial y también dinero y becas seguramente. O quizás quedaría como un heroe porque, a pesar de pasarlo fatal, consiguió terminar y conseguirle una medalla por equipos a Italia.
Ahi os dejo el tema para que os planteeis que haríais vosotros en tal caso.
Y por ultimo, un gran aplauso al veterano austriaco Dietmar HIRSCHMUGL que participó en el 20 y al que no dejaron terminar a pesar de que yo lo ví marchar bien. Quizás fue el más aplaudido tras Miguel Angel López.
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