Para mi el judo, mejor de espectador, que con mi lumbago no duro ni un asalto.
A mi hijo le han dado entradas para acudir a verlo, y dado que hay ocasiones especiales como que se organice un campeonato del mundo en España, que la sede sea Málaga y, lo más importante, que las entradas sean gratis, pues allí que había que ir.
La kata dista mucho del combate y, además, las técnicas de los judokas eran muy repetitivas en cuanto al desarrollo, motivo por el cual, si llevas a dos niños de 4 y 8 años, aunque uno de ellos sea judoka federado, hace que no puedan aguantar allí mas de dos horas, así que al final el único interesado en el campeonato fui yo, pero nos tuvimos que ir.
No se tiene la oportunidad de ver todos los días a gente que son los mejores de sus países, o quizás han sido olímpicos (la edad de los judokas era avanzada en algunos casos), que vienen de Japón, Argentina, Korea, Iran, EEUU, Canada y casi todos los países de Europa, pero no he podido disfrutarlo tanto como me hubiera gustado.
A los participantes que lean esto, que me ha gustado mucho seguir sus evoluciones y que he aprendido mucho observándoles aunque sea un papafrita en la materia.
Quizás dentro de algunos años se alineen los planetas de nuevo.
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