Como no estoy prodigándome mucho en publicar entradas, creo que sería una mala idea hacer 2 conjuntas, pero si no es que no las publico.
El viernes llegué a casa muy tocado por el cambio de temperaturas que estamos sufriendo con la llegada del otoño y, me vi tan mal, que decidí que no estaba en condiciones de ir a Alcolea. Iba a participar, supuestamente, con la selección andaluza, pero para dañar su imagen preferiría no competir porque aun me queda el recuerdo de mi última competición con la selección española y mi actuación lamentable.
A los pocos minutos de tomar la decisión, me llaman que hay un delfín vivo en una playa de Mijas y, para variar, me fui con lo puesto, que era la parte baja del uniforme ya que estaba almorzando aun y no me había dado tiempo de cambiarme. Al llegar a la playa, delfin de metro y medio, en aparencia fuerte pero que, cada vez que se intenta reintroducir, se vuelve a la orilla. Delfín listado a mas señas, así que, si la memoria no me falla, este tiene muchas papeletas a ser un rebelde y que no vamos a poder hacer nada por el.
Le compruebo el pico pues tiene sangre de haberse golpeado contra las rocas y no tiene la mandíbula rota. Esto lo compruebo porque uno de los últimos vivos lo tenía partido totalmente y no tiene salida ya que es su herramienta para no morir de hambre.
Las botas y el pantalón las metí hasta las rodillas, pero no me metí más por el oleaje y porque llevaba el movil para contactar con el CREMA. Unos bañistas me echaron una mano a mantenerlo en el agua y fui controlando el estado desde la orilla. Entre ellos había un ruso que no cesaba de preguntarme cuando venía el barco, y tanto en ruso como en ingles le dije que no había ninguno, que se trasladaba en furgoneta. No es que yo no me hiciera entender en ruso, es que había otro problema del que no me di cuenta.
Como teníamos que sacarlo a la orilla por el oleaje y para intentar tranquilizarlo antes del traslado, lo intentamos por dos veces. La primera hubo que devolverlo rápido porque dejó de respirar y me asusté. La segunda, aguantó algo más pero hubo que meterlo de nuevo y aquí se lió.
El ruso, que se estaba avituallando con vodka en vez de lo que yo creío agua, decidió que había que liberar el delfín y que el era el que más sabía del tema y el salvador. Como de equivocado estaba. Mientras el animal nadaba, siempre cercano a la orilla, los bañistas creían que estaba bien y que se iba a salvar. Yo al ver que no se alejaba de la orilla y por haberle visto las manchas y parásitos que tenía por el cuerpo, sabía que era una ilusión pero que sería cuestión de tiempo que volviera a la orilla. Lamentablemente, no me equivoqué y a los 2 minutos se estrelló contra las rocas. Lo sacamos como pudimos y esta vez no podía arriesgarme a devolverlo de nuevo pues tenía mucha sangre en la boca y estaba muy agitado. Estuve intentando que no se me muriera, pero el ya estaba predestinado. De nada sirven los masajes ni rcp en estos casos. Cuando abre la boca, aunque siga moviéndose, ya se sabe lo que hay.
El veterinario del CREMA comprobó que se había fracturado las dos mandíbulas, creo que por el último golpe ya que como os digo fue una cosa que comprobé previamente. Al ruso borracho le dediqué una retahila en su idioma para que supiera que de salvador ni mijita y que había metido la pata hasta el fondo.
Lógicamente, la mojada empeoró mi estado que sigue siendo malo, así que la prueba de Alcolea del Río estaba descartada totalmente. Este año el cartel de marchadores ha sido muy amplio y, a los que somos asiduos, no se nos ha echado de menos. Creo que, excepto Fabián, los miembros de la selección andaluza no han acudido estos últimos años, pero el nivel que llevaban era mucho mejor que el mio.
A nivel femenino, la selección murciana lo bordó y completó los 4 primeros puestos del podium. A nivel masculino, Manuel Bermúdez ganó tras ir quitándose a rivales de encima, entre ellos un norteamericano que al parecer ni marchaba ni nada pero que, como no estuve, solo puedo retransmitir lo que me dice la gente.
Una lastima no haber coincidido con la gente con las que siempre me lo paso bien, pero a veces la salud es más importante que el competir a toda costa. Que uno ya está mayor.
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