A parte de mi metedura de pata con lo de las candidaturas a la RFEA por mojarme, hoy tenía que mojarme si o si porque parecía que iba a estar todo el día lloviendo. Ayer por la noche, tras llegar tarde a casa por acudir a votar a Málaga, se me junto la cena con la sonda de la gaviota y, al final, no me fui a hacer ningún kilómetro. Como castigo, hoy me había destinado una doble sesión que, además, me la he hecho hasta sufridora.
Me levanté temprano, aún no llovía, pero mientras tomaba algo para afrontar 5 kms. de series de 200, empezó a diluviar. Me esperé un poco más porque estaba castigado, pero tampoco era plan ahogarme entrenando. Cuando bajo la intensidad, cogí el chubasquero y a tirar kilómetros. Como el asfalto estaba con riachuelillos que lo cruzaban por todos lados, me llevé las zapatillas de trail para mejorar el agarre al hacer las series y no pegar un pepinazo en el suelo. Llegué a los 5 kilómetros haciendo series de 200 pero, como ya estaba mojado y por si me arrepentía de doblar sesión, hice 2 más, para que aprenda a no saltarme más entrenamientos.
Por la tarde, viendo que el partido de la Davis pintaba mal y que de momento parecía que no iba a llover más, otros 10 kms. "pal cuerpo", aunque a ritmo más tranquilo. Al final unos 20 kms. que no esperaba pero que me van a venir bien para el fondo y para la moral. No llego a 60 kilómetros en la semana pero me quedo cerca. Aun así son pocos.
Mi gaviota bien, gracias. Me ha aguantado más de 24 horas y eso es un gran logro. Ya no me ataca y solo me picotea cuando la tengo que sondar, pero es que a nadie le agrada que le metan un tubo por la garganta. Sobre la evolución, digamos que no ha mejorado, pero tampoco ha empeorado.
Suerte con la gaviota ... y el entreno, claro. :-))
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