martes, 16 de abril de 2013

N-Encontramos al cocodrilo de Mijas

El viernes pasado ya se estuvo poniendo un reclamo sonoro para hacer salir a lo que se creía era un aligator y que nos tenía en la duda de si de verdad existía o no. Yo pedí que me destinaran a ese servicio, para aprender lo máximo posible y como medida de seguridad para los allí presentes, cosa que me fue concedida.
Tras acompañar a Enrique, el experto en cocodrilianos, se localizó por parte de un concejal los restos de una serpiente que parecía haber sido víctima del cocodrilo ya que presentaba un desgarro muy fuerte y faltaba media, lo cual coincidía con su mordida.
Se encontró cerca de un canal de desagüe de la laguna y estuvimos mirando por encima en el arroyo, pero no vimos ninguna huella.
Hoy estaba citado otra vez junto con Enrique para una segunda exploración que descartara los arroyos aledaños y conseguir centrarnos en una laguna concreta para ubicar las trampas. Hay que echarle valor para meterse en un tubo estrecho sin ninguna luz para descartar que fuera su refugio, pero eso no sale en la prensa pues fue lo primero que hicimos y la orografía no era muy accesible.
Tras el primer arroyo, localizamos nuevamente anzuelos de palangre que algún descerebrado estaba distribuyendo por la zona sin comprender el peligro que puede ocasionar hacia otras especies. Quité dos anzuelos y otras 2 cuerdas en torno a una de las lagunas.
Una vez llegada la prensa, fuimos a explorar el segundo arroyo, el que se encontraba junto al cadaver de la serpiente del viernes pasado. La caída desde el canal de evacuación era de unos 3 metros y sobre piedra, lo cual parecía poco probable como zona de huida, pero había que descartar. Un cámara y su ayudante nos siguieron, mientras el resto de la prensa se ponía al final del arroyo pues no andaban preparados para meterse en ese terreno. La vegetación era bastante alta, por lo cual siempre había que ir estudiando el terreno unos 5 metros delante de donde estuvieras.
A los 100 metros, yo me retrasé un poco examinando una zona de cañas, cuando Enrique me hizo unas señas de que no siguiera y guardara silencio. Solo se escuchaba a los periodistas al final del arroyo que ni se habían enterado. Crucé al lado del arroyo donde iba Enrique y lo vi, en una zona limpia de vegetación, como si estuviera tomando el sol. Me advirtió de que guardara silencio ya que en caso de huída podría ser peligroso y la vía de escape que tenía era la zona donde estaban los periodistas. Cargué mi pistola y nos acercamos un poco más. La cola la tenía doblada y eso era un síntoma de que algo no iba bien. Enrique lanzó una piedra cerca para ver la reacción (algún tonto ya ha puesto por ahí en los comentarios de un periódico que usabamos medios muy técnicos, pues ya me dirá que hago el "enterao"). Al ver que no se movía nos acercamos un poco más y desde una distancia prudencial Enrique lo empujó con un palo, para comprobar que estaba muerto.
A mi me dió un bajón gordo, y es que me hacía ilusión verlo vivo, aunque comprendo que era un situación muy peligrosa. Es una tontería ponerse triste por encontrarse con un cocodrilo muerto, pero yo soy asi, me gustan los bichos.
Mientras llegaba el Seprona, los periodistas hicieron fotos por doquier en bastantes posturas para sacar muchos planos, lo cual ya me pareció un circo y me aparté a un lado. Alguno me ofreció hacerme una foto con el, pero yo no tengo espiritú de cazador que quiere lucir su trofeo pues considero que no lo es. Mas bien es una tragedia que el pobre animal haya sido abandonado por un imbécil en un medio donde no tenía capacidad de sobrevivir y generando mucho peligro.
Los datos exactos es que era un cocodrilo del Nilo macho, de unos 2,16 de longitud. Tenía un golpe en la cabeza, el cual puede haberse ocasionado por la caída a través del canal. Hasta que la necropsia no lo confirme, parece que la muerte es reciente y se descarta que lleve allí mucho tiempo pues el animal sería incapaz de soportar uno de nuestros inviernos.
Una lástima.




4 comentarios:

  1. Pobre cocodrilo, después de tanto tiempo pendientes de el. Este tal Enrique ¿es el de cocodrilo park?

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  2. Pobre bicho. Por cierto, este experto en cocodrilos ¿es el del cocodrilo park?

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  3. Si, Enrique Prieto. Un trabajador de campo de los buenos.

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  4. Kiko de la jungla!!! Si es que vales para todo...

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