miércoles, 2 de julio de 2014

D-Atleta, entrenador, club

A raíz de un tweet de este pasado fin de semana, he decidido escribir este post para plantear mi punto de vista sobre nuestro sistema actual, digamos financiero, en el atletismo español.
Tenemos, quizás cada vez menos, atletas de élite que son patrocinados por marcas deportivas. Estos tienen buenos contratos, material de la marca y, a veces, subvenciones para desplazamientos a competiciones internacionales que redundan en beneficio del atleta de cara a obtener mejores resultados y nuevos patrocinadores.
Existe una serie de atletas que, quizás no son de "gran élite", pero que tienen patrocinadores publicitarios. Estos patrocinios son menores, pero te dan un dinerillo o material que te permite una mejor vida deportiva. Solo hay que irse a la página web o blog de esos atletas para ver un montón de anuncios de marcas de menor entidad. Debido a la menor entidad de estos patrocinios, el atleta necesita algún aliciente más económico y ahí entran los clubes.
Esos clubes que disponen de un caché y medios económicos que les permiten fichar a grandes atletas para que los representen en las diferentes competiciones, pero sobre todo en las ligas de clubes, donde se juegan el poder participar en competiciones internacionales de clubes y donde se consiguen patrocinadores. Algunos de estos clubes tienen subvenciones públicas para fomentar una región o un patrocinador privado que aporta el capital.
Los atletas medios, suelen ser fichados para completar el equipo. Hace unos años algunos pedían barbaridades por unas marcas medias, pero hoy en día se están apretando un poco más el cinturón porque los clubes no están para muchos derroches.
Despues estamos los atletas paquetes, que estamos para tapar los boquetes que no pueden cubrir el resto de atletas ya que el presupuesto no da para más. No solo no cobramos dinero, sino que a veces nos cuesta dinero el poder participar en la liga de clubes.
Yo voy a tirar para mi terreno y, por supuesto, ensalzar a estos últimos atletas porque son los verdaderos atletas que aman el atletismo, son los que se conocen como "hombres de equipo". Un club ficha a un tip@ de estos y sabe que lo mismo te hace la marcha, que el martillo que el 4x400 y que, salvo causa de fuerza mayor, va a estar siempre que se lo pidas para sacarte del apuro. De estos atletas no hay tantos y mas de uno debería tomar ejemplo de ellos.
A mi, personalmente, me cuesta mas el atletismo que jugar cada fin de semana al golf. Me pago la ficha, ropa, mis desplazamientos a competiciones excepto liga de clubes, material, etc. y lo mejor de todo es que alguno se atreve a llamarme mercenario por cambiar de club solo por querer participar en las ligas mientras me aguanten las piernas.
Volvamos al tema principal. Los clubes y los atletas tienen una relación económica. Cuanto mas bueno es un atleta, el beneficio es mayor para el atleta, hasta el caso opuesto en el cual el beneficio es mayor para el club. Pero ¿y el entrenador?
Entre el club y el entrenador no suele existir relación alguna cuando es un "fichaje". Si es un entrenador de la cantera del club, que también suele ser atleta o ex-atleta, pues es un caso de relación económica, pero en caso contrario no existe. La pregunta es ¿debe pagar el club al entrenador de sus fichajes? Para mi la respuesta es no, ya que el club contrata al atleta y ya es el atleta el que tiene que establecer su relación económica con el entrenador, si es que existe. Los clubes son los que están manteniendo al atletismo y, lamentablemente, cada vez desaparecen más clubes de alto nivel por la sangría económica de sus inversiones en atletas y la disminución de patrocinadores. El que quiera probar solo tiene que irse a jugar al Maxithlon (www.maxithlon.com).
Con esto solo quiero exponer mi punto de vista, no quiero enfrentarme a nadie porque su forma de pensar sea diferente aunque si estoy abierto a debate.

3 comentarios:

  1. Este tema da para mucho. He comenzado a escribir y lo he vuelto a borrar, es que más que para un comentario, da para un debate. Pero estoy desacuerdo con lo que has expuesto.

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  2. No en desacuerdo, pero habría algunos matices.
    Pero es para debatir :-)

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