jueves, 15 de julio de 2010

D-Cronoescalada

Tras casi 2 meses de paron por circunstancias de la vida, ayer decidi que por fin era hora de empezar la pre-pretemporada y hacer algo de ejercicio fisico. Como no ando muy sobrado de tiempo, decidi aprovechar para hacerlo al ir y volver del trabajo desempolvando mi bici. La otra opcion era ir marchando, con lo cual llegaria chorreando de sudor a trabajar, pero como en la jefatura no hay agua caliente fue mi segunda razon para no hacerlo. La primera era que necesitaria madrugar mas y, a dia de hoy, esos minutillos de margen son sagrados.
La idea de la bici parecia buena porque a la ida no llegaria al trabajo sudando al ser cuesta abajo, excepto los 3 repechillos de Avenida Los Lirios que se atragantan un poco. Lo peor es la vuelta a las 3 de la tarde. Es un suplicio.
Temperatura a la sombra, mas de 30 grados. En la carretera al menos 50. Hambre, una "jarta". Cansancio de llevar toda la mañana al solano con botas y pantalon largo negro, una "pecha".
Hasta el kilometro 2 voy mas o menos bien, levantandome de la bici para subir repechillos, plato grande y piñon pequeño, bien oxigenado. A partir del kilometro 2, tras una larga recta, empiezo a mirar para arriba y pienso que lo mejor es agachar la cabeza y pedalear sin pensar lo que me queda. Hay rampas muy fuertes, de mas del 10% y en curva, pero ahi se mete todo el desarrollo posible y a girar las bielas. Cuando llego, parezco recien duchado porque goteo por todos lados.
Ayer fue el primer dia y, la verdad, subi sueltecito. No me dolia nada y, salvo la respiracion (pulsaciones mejor no contarlas), que casi me axfisiaba, no parecia tan duro. Tarde 16 minutos y medio en recorrer 3,8 km. Una porqueria, lo se, pero ya os digo que, de momento, no es un cronoescalada en serio.
Ya por la noche empezaron a notarse algunos dolorcillos en las piernas. Esta mañana, nada mas sentarme en la bici, auuu, al no tener mucha grasa donde la espalda pierde su nombre, noto un dolor que me impide sentarme por el contacto de los huesos de la pelvis sobre el asiento. Los 3 repechillos de la ida los hice levantado del asiento por ese motivo, no porque estuviera preparando mi ascension al Tourmalet.
Para la vuelta, ademas del cansancio, los cuadriceps eran piedras y me dolian las agujetas que me habian surgido misteriosamente. No tuve mas remedio que sentarme en el asiento y tirar para arriba otra vez. Que dolor, que sufrimiento. Esta vez no tome tiempo, pero he de decir que fue por olvido.
Ahora tengo la rodilla izquierda, la tullida, con un dolor que parece tendinitis. Para que extirar, si eso no vale "pa na", que uno es atleta "pofesional".
Mañana otra vez a reventarme las piernas. Os dejo el perfil por si el director de la vuelta a España descubre un nuevo Angliru.

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