sábado, 18 de septiembre de 2010

O-Con las manos en la masa

Decia un amigo mio que comer es uno de los mayores placeres que se pueden tener con los pantalones puestos. Por un lado estoy de acuerdo porque el mayor placer del mundo es orinar cuando llevas aguantandote un monton de horas porque no encuentras un sitio adecuado. Por el otro lado, por cosas de familia, la comida no me produce satisfaccion por el funcionamiento de mi organismo e incluso a veces digo, con muchos detractores, que comer es una perdida de tiempo.
No quita eso que la cocina me interesa, aunque soy un flojo para cocinar, y me gusta experimentar cosas nuevas. Por supuesto la cocina experimental no es esa chorrada que se han inventado los chefs mas prestigiosos del mundo para cobrarnos un dineral por un plato donde hay una rebanada de pan con una lechuga encima y le hayan echado una salsa de vete a saber que.
Todo empezo cuando, por necesidades de la vida, me fui a estudiar fuera de casa y tuve que empezar a cocinar. En la vida del estudiante la pasta era lo principal y, durante una semana, estuve comiendo solo pasta. Hacerla solo con tomate frito era un poco monotono, asi que fui variando el acompañamiento: atun, carne picada, salchichas, azucar. Si, azucar, no estaba mal, pero seguro que ahora lo saca el Arzak y se forra.
Y es que cuando uno es estudiante aprende muchos trucos en el autobus que va a la universidad. De cocina aprendi que para saber si los macarrones estaban en su punto habia que tirarlos contra la pared y, si se quedaban pegados, estaban listos. Igualmente aprendi que quitar las manchas de macarrones de la pared es bastante dificil.
Ahora lo que me gusta es ir cambiando especias y condimentos para dar diferentes sabores. Simplemente es por hacerlo algo diferente. Hoy he probado con tomillo e hierbabuena que le ha dado un toque agradable a los macarrones. Quiero probar con unas almendras que "recogimos" de un almendro de la urbanizacion de al lado, donde la mayoria son guiris y no saben que es una almendra, por lo que nos aprovechamos de su desconocimiento para conseguirlas gratis. El problema de las almendras es que una de cada diez suele estar chunga y no quiero morir envenenado por arsenico. Tengo que estudiar el tema un poco y ver como se consigue la salsa de almendras.
Sin embargo, a pesar de todo, como el otro dia le dije a mi mujer, no hay plato que disfrute mas comiendo que unos huevos con patatas fritas o, su variante, tortilla de patatas. ¿O no?

1 comentario:

  1. Cuando quieras te doy la receta de la salsa de almendras, incluso podría hacerla para ti...aunque creo que prefieres buscarla por la red :-(

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