Ayer, casi con manga corta, y esta mañana, desde las 5, lluvia con tormenta eléctrica y fuerte viento. Según la muchacha que viene a casa, en Fuengirola ha caído hasta granizo y me dice que en Ucrania los ha visto del tamaño de un puño. Esto me ha traído a la cabeza el recuerdo de los aerolitos de hace 10 años, los cuales cada uno fabricaba en su casa y decía que habían caído del cielo. Había hasta instrucciones en internet para fabricarlos. Era fácil, cogías agua y un poco de tierra, lo metías en una bolsa y al congelador. Había que tener cuidado que no cayeran raíces o plantas porque si no te pillaban.
Pensando en esto, y que hoy tocaban series de 1000, estaba buscando el sitio idoneo para entrenar hoy bajo techo. El garaje ya ha quedado demasiado pequeño para mi "calidad" así que tenía que buscar alternativas. Al final no ha hecho falta porque ha salido el sol y me he ido a entrenar a las 14:30 para aprovecharlo.
Las series han salido fatal, por el "vientecillo" y las pocas ganas de entrenar a esa hora, pero además he encontrado excusa en mi musculatura, la cual, según la fisio que me ha atendido esta tarde, estaba hecha un asco (no lo ha dicho ella, lo digo yo). Gemelos, soleos, biceps femoral, lumbares. He sufrido durante una hora para dejarme algo aceptable de cara al domingo. Yo le decía a la fisio que, aunque gritara de dolor, que no lo dejara, pues sabía que tenía que dolerme. No se que estaría pensando la mujer de la camilla de al lado.
Para que después digan "que suerte, vas a darte un masaje". Si no duele, no sirve, ese es mi lema en lo que respecta a los masajes.
Creo que ya no escribiré hasta el lunes, así que os deseo un bien fin de semana mientras me recorro media España para cagarla en Benicassim.
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