viernes, 31 de agosto de 2012

O-Noche en vela

Avión de Iberia Express Madrid-Malaga, 0:15 horas. El piloto dice por la radio del avión "señores pasajeros, si miran a su derecha podrán ver, como curiosidad, un incendio que se está produciendo en estos momentos". Er menda se asoma a la ventana y observa un círculo amplio de llamas. "Coño, que eso es Mijas!!". El avión se detiene en el aeropuerto, conecto el movil y miró el diario Sur. Se confirma que ha empezado en Coín, pero que afecta a la zona de Mijas. Llamo a los compañeros para preguntar si hace falta ayuda. Me dicen que no tienen vehículos pero que me vaya para allá que ya me buscarán algo. Han tenido que pedir 4 motos prestadas a Fuengirola pues la gente se ha volcado en acudir ante la magnitud del incendio, y es que en mi plantilla hay gente con la que puedes contar en estos momentos siempre, y sin cobrarlo como extra por si alguno piensa mal. Problemas con las maletas hacen que no pueda llegar antes de las 2 de la mañana a jefatura, pero rapidamente me busco un vehículo de protección civil y me acerco a unos de los focos, en puerto de los gatos. El viento hace que el fuego ascienda por una cañada y la situación es muy peligrosa para algunas viviendas. Corremos el riesgo de quedarnos atrapados, más los que no tenemos vehículos propios, pero hay que estar allí para que el fuego no avance. Las noticias llegan con cuentagotas recibidas de los que te vas cruzando. La unidad de emergencia del ejercito ha venido desde Córdoba pero la han enviado a Marbella porque allí la cosa esta peor. Han evacuado al pueblo de Ojen entero (4000 personas), lo mismo hay que evacuar el hospital Costa del sol, ... El viento y la noche son nuestros enemigos. Contamos las horas para que lleguen las ocho y aparezcan los medios aéreos. El viento nos da una tregua. Las unidades de bomberos de otros municipios llegan y se van repartiendo. Algunos focos se han de dejar por la prioridad en otros puntos mas cercanos a viviendas. Escucho por la radio como los compañeros, apoyados por camiones cubas y bomberos, tienen que entrar en algunas viviendas que están ardiendo en Calahonda. Cuando mi zona queda controlada puedo volver a jefatura para pillar mi moto. No tiene apenas gasolina, pero no hay tiempo de repostar. Me dirijo a la Atalaya Macorra para cortar una carretera. Los bomberos luchan por impedir que el fuego cruce una carretera y queme mas viviendas. Te tienes que pelear continuamente con la gente que quiere acceder a sus casas de campos donde tienen a sus animales. Algunos lo comprenden, impotentes ante lo sucedido, otros te plantan cara y quieren pasar a toda costa buscando alternativas por carriles. Esos son los egoistas imbeciles que provocan que no se pueda trabajar bien además de los que hacen que tengamos que ir a rescatarlos perdiendo efectivos y tiempo. Que asco me dan. En mi punto somos 2 motoristas y si nos enfrentamos a un grupo suficientemente grande y nerviosos, no podríamos hacer nada contra ellos. Se levanta el corte a las 9 de la mañana aproximadamente y en vez de regresar a casa me dirijo a otro punto en Calahonda donde está ardiendo una cañada al lado de unas viviendas. Hacen falta motoristas para dirigir las cubas y a los camiones de bomberos. En una zona que apenas conozco me tengo que mover entre una multitud de curiosos que van en coche a ver el fuego como si fuera un espectáculo y bloquean los accesos. Hay imbéciles que se plantan con los niños a 20 metros de las llamas para hacer fotos y no tenemos personal para quitarlos porque debemos perder el tiempo dirigiendo tráfico para evitar que los curiosos bloqueen los accesos. El espectáculo a la luz del día era horrible. Si por las noches la espectacularidad la dan unas llamas, el negro humeante de lo calcinado es lo que buscan los fotógrafos a la luz del día. Eso y a los currantes al pie del cañón, cuanto más sucios mejor. Imagino que debe haber bastantes fotos mías por internet, pero no me gustan los morbosos así que no me pienso ni buscar. El espectáculo de los hidroaviones es impactante. Algunos pasan a 20 metros sobre nosotros para descargar el agua. Le podías ver la cara al piloto. Se juegan la vida en cada bajada, algunos arriesgando muchísimo. A las 13 horas parece que ya todo anda controlado y ya empiezo a no ver bien. Solicito permiso para retirarme creyendo cumplido mi deber. Por radio escucho que puede que haya otros focos y pido permiso para volver pero me dicen que no hace falta que ya hay otros compañeros. Me agradecen mi trabajo y con eso me vale. El viento vuelve a soplar fuerte en la zona y en jefatura ya he dejado el recado de que me llamen si hace falta que volvamos. Bonita forma de pasar mi último día de "vacaciones". Desde aquí felicitar y agradecer a todos los compañeros y compañeras que han echado una mano en este desgraciado hecho.

2 comentarios:

  1. No hay mayor recompensa que la satisfacción propia por la buena realización de un servicio

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  2. Impresionante la labor de todos los profesionales y voluntarios que lo dan todo por salvar nuestro patrimonio y el de las familias afectadas.

    Felicidades.

    Un saludo

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