Ya estamos velando armas en la ciudad del cantón Ticino. El vuelo ha ido bien y creo que por primera vez he visto buen tiempo en Zurich (la última vez casi nevaba). El avión hoy ha entrado desde la montaña en vez de provenir del lago, con lo cual tocaba posarse de forma brusca y pararse casi de golpe para no salirnos del aeropuerto. A pesar de insistir en que no era necesario, un miembro de la organización ha venido a recogernos al aeropuerto, lo cual siempre es un detallazo y me viene estupendo para practicar el italiano, del cual debo saber un montón porque me salen muchas palabras que desconocía. Lo mismo es que en una vida pasada fuí italiano porque no me explico mi "soltura".
El hotel Victoria au Lac está bastante bien. He tenido una suerte enorme porque me ha tocado una habitación con una terrazita con vistas al lago (suerte porque solo hay 2 y creo que la otra es del dueño del hotel). Como todo no puede ser perfecto, mi vista del lago no ha sido perfecta al estar medio nublado. A mis padres le ha tocado la pedrea y tienen un balconcito con 2 sillas que también da al lago.
Antes de cenar, hemos ido a soltar piernas tras el viaje, lo cual ha sido contraproducente porque ahora tengo las piernas un poco cogidas. Si a eso le añadimos que esta mañana no he podido entrenar por las molestias en el pie, la cosa no pinta muy bien para el domingo. No voy a ir muy suelto, pero al menos el dolor no es mucho. Lo malo es que las molestias vayan a más.
En el paseo hemos descubierto una tragedia y es que !!han cambiado la tienda de chocolate por una de lenceria!! Sacrilegio!!! Ahora a ver quien es el guapo que regresa a casa con una caja de bombones Lindt.
Tras la cena, hemos descubierto tambien que en el hotel hay un night club llamado Cecil. Lo hemos hecho involuntariamente pues está en la planta baja del hotel y teníamos que cruzar por allí para volver a el. A las 22 horas estaba vacio aunque había 4 chicas en la barra de intenciones dudosas, motivo por el cual he cruzado la sala rapidamente antes de que me engancharan para bailar en la disco.
Mañana toca recogida de dorsal y creo que cena con la gente de la competición. Yo les he traído a los organizadores unas galletillas de confitería ya que no había dulce que aguantara el viaje hasta aquí.
Si el pie responde esta noche, mañana intentaré hacer 5 kilómetros para rodar un poco y que se vea el chandal rojo de España por el lago.
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