D-Lo que el viento no se llevo

Esta semana me he cubierto de gloria. Un solo día de entrenamiento y penoso.
Entre el master, una tendinitis misteriosa a la que no encuentro explicacion en el empeine (¿puede ser por apretarse demasiado los cordones?), otros compromisos ayer y el viento de hoy, no he hecho nada de nada.
Lo de hoy ha sido lamentable porque en vez de irme a entrenar por la mañana, que lucia algo el sol, he preferido hacerlo por la tarde. He salido de mi casa dispuesto a meterme 10 km. (a principios de semana queria 20, pero cuando no se puede, tampoco se puede forzar). Llego a la Avda. de Andalucia y cuando aparco veo los arboles medio doblados del viento. Hago el esfuerzo de abrir la puerta y casi no puedo. No llego a salir del todo. Viendo la fuerza que lleva y mi poco peso, me huelo que voy a sufrir de lo lindo y a anotar otro entrenamiento horroroso que me deje mas amargado. Opto por huir como un cobarde y me vuelvo a casa a hacer 300 abdominales por justificar que me he puesto las mallas.
El año pasado tenia objetivos y me daba por sufrir, pero este año no tengo ganas. Se van uniendo varios factores como el Master con sus inacabables trabajos y otros compromisos ineludibles. Ademas tengo una especie de handicap psicologico en que este año me quedo fuera del club ya que parece que soy el 4º marchador y, logicamente, el peor. Mi compañero de club nuevo ha demostrado buenos resultados en la espada toledana y en Getafe, aunque tiene calidad de sobra por años anteriores.
Asi no hay quien haga algo en condiciones. Y lo peor de todo es que llegan las vacaciones de Navidad, o lo que es lo mismo, hacer menos todavia.