domingo, 26 de abril de 2015
D-Agujetas
Ya os dije hace tiempo que este año sería sabático en la vía deportiva. En la vía investigadora está siendo todo lo contrario y puede convertirse en el mayor año de publicaciones para darle el último arreón y conseguir ese artículo dentro del JCR (Journal Citation Report) que me habilite para leer la tesis.
Eso, añadido a una tos inoportuna, me ha conllevado 3 semanas de paron, por no decir cuatro con los 4 días entrenados esta semana de los cuales solo se salva uno. Ayer me fui muy decidido al monte a hacer una caminata para fortalecer y he venido duro, pero de agarrotado mas que de fuerte. Tengo la espalda hecha una pena y las piernas... un poco peor que su estado normal, pero con unas agujetas...
Si me pongo a pensar en la liga de clubes de primera división del día 9, el objetivo eran 3 puntos debido a la calidad de mis adversarios y sigo manteniendolo. De hecho, aun sigo esperando que me confirmen que voy, aunque el equipo está falto de efectivos y posiblemente me llamen porque somos solo dos ya que Prieto está ocupado en otras tareas mas importantes.
Hay programado un control para el día 1 en Málaga, pero competir, lo que se dice competir sufriendo, pues no tengo muchas ganas. Creo que prefiero llevarme el palo directamente en primera división a repetir dos veces el calvario de hacer 5 kms. que a día de hoy me parece muy largo. Posiblemente acuda para ver a los alevines del Mijas con los cuales estoy entrenando técnica los días que subo al hipodromo (es que en el recinto del hipodromo está la pista de atletismo de Mijas, no que los niños corran como caballos), pero competir, si estoy yo solo, pues va a ser que no.
Pues vuelvo a mis quehaceres investigadores, a ver si en breve hago una entrada dando la buena noticia de que me han publicado algo.
domingo, 12 de abril de 2015
O-La emocion de la pantalla roja
El 20 de Diciembre del año pasado publiqué una lista de enlaces a datos sobre vehículos extranjeros que sigo actualizando hasta la fecha. Diariamente, suelo anotar unos 45-50 vehículos extranjeros de los países allí reflejados para estudiar el fraude asociado a ellos. Por temas laborales no puedo estar consultando estos links continuamente mientras trabajo ya que hay cosas preferentes. Pues bien, esto de no consultarlos al momento tiene sus consecuencias y son las pantallas rojas con retardo.
El pasado jueves anoté, como cada día, las matrículas de unos cuantos vehículos extranjeros. Por la tarde, pasando la lista a limpio, me saltó una pantalla roja diciéndome que un vehículo británico estaba robado. Lo comprobé varias veces ya que me puse muy nervioso. No recuerdo la última vez que detecté un vehículo robado.
Avisé a algunos compañeros del hallazgo y del lugar y hora donde vi el vehículo que, afortunadamente, seguía en el mismo lugar. No se si puedo dar mas datos, pero encontrar un vehículo robado a nivel internacional es una cosa que me sube mucho la moral, sobre todo cuando hay gente que intenta echar por tierra tu trabajo.
Pues, por casualidad de la vida, esa misma tarde anoté otras 50 matrículas y, pasándo la lista a limpio pasadas las 12 de la noche, OTRA PANTALLA ROJA!!!. Y claro ¿A quien contactas tu a esas horas cuando el vehículo lo has visto 4 horas antes? Pues avisé al que pude pero no tengo noticias de que se haya encontrado. Por mala suerte, este se me puede escapar.
Es mucha casualidad encontrar en una población como Mijas dos vehículos robados del mismo país en dos días seguidos separados por unos 300 metros, pero lo que debe sorprender más a los ladrones es que tenemos medios para detectarlos y solo hace falta que dejen trabajar a los que sabemos como hacerlo y tenemos ganas de hacerlo. Ahí dejo la indirecta.
miércoles, 8 de abril de 2015
N-Papa pato
Se que aun no he cambiado el logo de Torun, los días para las competiciones del Europeo de pista cubierta salen como en negativo, pero es que me da una pereza... Ni siquiera me he puesto a pensar en el siguiente campeonato, así que en unos días lo modificaré.
Al día siguiente de volver a España, tocaba trabajar y, como no, me toca servicio a pie por la senda litoral. Mi compañero y yo nos paramos ante un muro que los bomberos habían precintado y que corré riesgo de caerse sobre la senda pero, a pesar de lo que uno diga, la senda sigue abierta con el riesgo que ello conlleva. Que si, que sería mala suerte que le cayera a alguien encima, pero el riesgo está.
Esperando junto al muro una respuesta superior, mi compañero me dice "Anda, un pato", y cuando me vuelvo me encuentro a una cría de pato totalmente amarilla y solitaria. Activo el modo automático de "bicho que veo, bicho que cojo" y lo atrapo sin problemas. Tenía un hilo atado a una pata, por lo que puede que alguien haya intentado tenerlo de mascota o se haya liado con basura. Y ahora ¿que se hace con el patito?
La primera opción es llevarlo al centro municipal de recogida de animales, donde a los pocos días pasará a otra vida (no diré mejor). La segunda es recorrer la senda con el pato piando por si aparece la madre. Esta opción se debe hacer porque en invierno, las patas tienden a poner sus huevos junto a piscinas, por la presencia de agua y por tranquilidad. No cuentan con que en semana santa vienen de vacaciones los inquilinos y alguno que otra cría se pierde o es raptada por algún niño cuyo padres piensan que es buena idea tener un patito para que el niño lo maltrate. Mejor no sigo, que me caliento.
La opción 2 no funciona y la madre no se encuentra cerca, lo cual aumenta la probabilidad de la opción del rapto. Y ¿cual es la opción 3? Pues si, para mi casa. Esas decisiones no razonadas que hacen que acabes con un pato en tu casa cuando no tienes necesidad de complicarte más la vida me llevan por el camino de la amargura. Mi mujer se acercó a por el y lo instalamos en uno de los estanques de cuarentena (si, tengo estanques de cuarentena).
Ante la falta de información, empecé a alimentarlo con pan, que era lo más socorrido, aunque solo a corto plazo. La misma falta de información también me llevó a pensar que podía ser un bonito anade azulón silvestre que podria reintroducir, pero resulta que es un pato común, lo cual significa doble de tamaño y la reintroducción silvestre... dudosa.
Tras unas pequeñas lecturas por internet que te hacen pensar entre otras cosas que, afortunadamente o no, hay gente que está más grillada que tu, descubrimos que se podía alimentar con pienso de gallina y que le encantan los bichillos del jardín, como las cochinillas.
El patito, aun no sabemos como, se escapa del estanque de cuarentena, atraviesa una valla (si, tengo una valla dentro del jardín que delimita la zona salvaje de la de uso doméstico) y se planta en la puerta de la terraza llamando para entrar. Lo devuelvo al estanque varias veces, pero se vuelve a escapar y va a tiro fijo a donde estamos. Puede que sea porque por las noches duerme dentro de casa por el frio y porque debe mantenerse a una temperatura cálida. Y es que los patos son muy listos.
Y llega el momento papa pato...aunque no soy partidario de la idea de humanizar a los animales (por eso no les pongo nombre) ni que se acostumbren a tu presencia para no hacerlos dependientes (o parasitos), tenía que intentar naturalizar al patito para que aprendiera cosas que debería enseñarle su madre. Lo saqué al jardín para que andara un poco y no se anquilosara, y allí que iba el animalito siguiéndome, dándose de vez en cuando unos sprints que ya los quisiera yo para mi. Me puse a voltear piedras y aparecieron cochinillas a las que no hizo ni caso. Tuve que hacer como que buscaba yo y a mover hojas secas para llamar su atención, pero al final conseguí que entendiera el mensaje... se puso las botas. Si teneis una plaga de cochinillas ya sabeis lo que teneis que buscar. Se zampó hasta un escarabajillo despisado que pasaba por allí.
Eso si, los patos son muy sucios. Cada vez que levanta las aleta a la vez, activa el resorte y te deja un regalito. El se limpia muy bien en el agua y hasta bucea, pero excrementos para parar un tren... y eso que es una cría.
Como lleva un par de días con frío, pues lo hemos tenido en casa y ¿donde si no? en la bañera. Llena con medio palmo de agua y con unas cuantas piedras para que se suba. Si es que vive mejor que yo.
¿A ver donde empaqueto yo a este malcriado?
Al día siguiente de volver a España, tocaba trabajar y, como no, me toca servicio a pie por la senda litoral. Mi compañero y yo nos paramos ante un muro que los bomberos habían precintado y que corré riesgo de caerse sobre la senda pero, a pesar de lo que uno diga, la senda sigue abierta con el riesgo que ello conlleva. Que si, que sería mala suerte que le cayera a alguien encima, pero el riesgo está.
Esperando junto al muro una respuesta superior, mi compañero me dice "Anda, un pato", y cuando me vuelvo me encuentro a una cría de pato totalmente amarilla y solitaria. Activo el modo automático de "bicho que veo, bicho que cojo" y lo atrapo sin problemas. Tenía un hilo atado a una pata, por lo que puede que alguien haya intentado tenerlo de mascota o se haya liado con basura. Y ahora ¿que se hace con el patito?
La primera opción es llevarlo al centro municipal de recogida de animales, donde a los pocos días pasará a otra vida (no diré mejor). La segunda es recorrer la senda con el pato piando por si aparece la madre. Esta opción se debe hacer porque en invierno, las patas tienden a poner sus huevos junto a piscinas, por la presencia de agua y por tranquilidad. No cuentan con que en semana santa vienen de vacaciones los inquilinos y alguno que otra cría se pierde o es raptada por algún niño cuyo padres piensan que es buena idea tener un patito para que el niño lo maltrate. Mejor no sigo, que me caliento.
La opción 2 no funciona y la madre no se encuentra cerca, lo cual aumenta la probabilidad de la opción del rapto. Y ¿cual es la opción 3? Pues si, para mi casa. Esas decisiones no razonadas que hacen que acabes con un pato en tu casa cuando no tienes necesidad de complicarte más la vida me llevan por el camino de la amargura. Mi mujer se acercó a por el y lo instalamos en uno de los estanques de cuarentena (si, tengo estanques de cuarentena).
Ante la falta de información, empecé a alimentarlo con pan, que era lo más socorrido, aunque solo a corto plazo. La misma falta de información también me llevó a pensar que podía ser un bonito anade azulón silvestre que podria reintroducir, pero resulta que es un pato común, lo cual significa doble de tamaño y la reintroducción silvestre... dudosa.
Tras unas pequeñas lecturas por internet que te hacen pensar entre otras cosas que, afortunadamente o no, hay gente que está más grillada que tu, descubrimos que se podía alimentar con pienso de gallina y que le encantan los bichillos del jardín, como las cochinillas.
El patito, aun no sabemos como, se escapa del estanque de cuarentena, atraviesa una valla (si, tengo una valla dentro del jardín que delimita la zona salvaje de la de uso doméstico) y se planta en la puerta de la terraza llamando para entrar. Lo devuelvo al estanque varias veces, pero se vuelve a escapar y va a tiro fijo a donde estamos. Puede que sea porque por las noches duerme dentro de casa por el frio y porque debe mantenerse a una temperatura cálida. Y es que los patos son muy listos.
Y llega el momento papa pato...aunque no soy partidario de la idea de humanizar a los animales (por eso no les pongo nombre) ni que se acostumbren a tu presencia para no hacerlos dependientes (o parasitos), tenía que intentar naturalizar al patito para que aprendiera cosas que debería enseñarle su madre. Lo saqué al jardín para que andara un poco y no se anquilosara, y allí que iba el animalito siguiéndome, dándose de vez en cuando unos sprints que ya los quisiera yo para mi. Me puse a voltear piedras y aparecieron cochinillas a las que no hizo ni caso. Tuve que hacer como que buscaba yo y a mover hojas secas para llamar su atención, pero al final conseguí que entendiera el mensaje... se puso las botas. Si teneis una plaga de cochinillas ya sabeis lo que teneis que buscar. Se zampó hasta un escarabajillo despisado que pasaba por allí.
Eso si, los patos son muy sucios. Cada vez que levanta las aleta a la vez, activa el resorte y te deja un regalito. El se limpia muy bien en el agua y hasta bucea, pero excrementos para parar un tren... y eso que es una cría.
Como lleva un par de días con frío, pues lo hemos tenido en casa y ¿donde si no? en la bañera. Llena con medio palmo de agua y con unas cuantas piedras para que se suba. Si es que vive mejor que yo.
¿A ver donde empaqueto yo a este malcriado?
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