D-Cto. Andalucía Veterano AL 2011

Cuando no elimino el sobrenombre del blog de "historias de un marchador patetico" es por algo. Así se podría calificar mi actuación ayer en el Campeonato de Andalucia veterano de atletismo celebrado en Ayamonte (no confundir con Almonte donde coincidió que se celebraba el Rocio y habia mucho más público). 380 kms. de casa para hacer un 5 kms. más el viaje de vuelta, una paliza. Como soy un rata, paso de hotel ya que el resultado hubiera sido el mismo.
De los 3 participantes, Eduardo Terrón se fastidió un pie en el 110 vallas (marchador multitarea) y no salió para que no le echaran. El otro compañero de andanzas era el presidente del Club Ayamonte que estaba probando la prueba. La presión del favorito para el único marchador casi "pofresional".
Algunos jueces, sobre todo los que no tienen experiencia viendo como se columpian corriendo los marchadores élite, al comparar los ritmos de los 2 participantes (le saque 9 minutos al segundo y lo doble casi 3 veces por calle 5), pues piensan que "este tío no puede ir bien" y se fijan más en ti. No voy a decir en ningún momento que mi marchar ayer fuera totalmente correcto e incluso agradezco a los jueces que no me echaran, pero recibir CINCO avisos me pareció demasiado.
El primero fue sobre el km. 3 por suspensión, ya me pasó en el provincial. Puede ser que cuando bajo el ritmo a los 5 min/km. de los 4:40 pierda contacto. Es raro, pero puede ser, o que se note más. Lo que no es normal es cuando te saca el mismo juez uno por flexión en la siguiente vuelta cuando has bajado el ritmo para corregir esa suspensión que te han indicado. Y es menos normal que, a más de 6 min/km. te saquen uno por suspensión nuevamente. Iba practicamente "parado". Seguí ya con la idea de que me iban a echar y empiezas a pensar mal, no puedes evitarlo por los tiempos del juez "rarra" en Málaga, porque el segundo era local aunque ibamos en categorías diferentes. Ya me pongo a rodar a huevo marcando exageradamente la rodilla y me vuelven a caer dos flexiones más, así que me limito a terminar y me quedo al lado del cartel de amonestaciones esperando a que me enseñen la tarjeta roja. Si me lo merezco, pues a la calle, que se le va a hacer. Puedo discutir la suspensión yendo a huevo, pero no el resto y 4 jueces diferentes lo han marcado. Tras 5 minutos esperando, como veo que no llegan las papeletas, me voy a la grada a abrigarme, al menos que no me resfrie. Ya me enteraré por megafonía.
Desde mi asiento, junto con mi compañero Cobos, esperamos la decisión. Los vemos hablar entre ellos, apuntar cosas en los partes, mirarse los relojes, irse para la pizarra, volverse, ... Y yo en la grada amargado como un pepino (español, libres de bacterias) y comiendome la cabeza por lo desilusionante de la descalificación: la paliza del viaje, los entrenos forzados enfermo, la nueva oportunidad perdida de hacer marca, etc. ¿Merece la pena?
Hasta una media hora después, en la que me llaman para el podium, sigo pensando en todo esto y en mandar la temporada a tomar por saco y la marcha más lejos aún. Pude consultar la hoja de amonestaciones y solo tenía una roja (el juez de los 2 avisos diferentes), aparte de los 5 avisos. Ahora me queda la duda de si no me echaron por lástima, porque eramos solo 2 o vete a saber porqué.
El viaje de vuelta se hizo muy largo pensando. No se si debo entrenar más (entre una cosa y otra no hago más de 40 kms. a la semana), entrenar menos y descansar, pasar del Cto. de España, etc.
Debería estar feliz por sumar mi primer Campeonato de Andalucía en pista pero las circunstancias no me dejan. No tiene mucho merito ganar sin competencia y con las condiciones expuestas. Ha sido una victoria patética.