O-El circo

Dentro de mi trabajo me estoy especializando en vehiculos extranjeros. Tal como tenemos nuestra situacion social en el país, una de las cosas que he cambiado ha sido en volcarme contra los que nos defraudan y son parasitos de la sociedad aprovechandose de nuestros agujeros legales y del desconocimiento que tenemos hacia ellos. Ese trabajo ha llevado a que acabe con la actividad ilegal de propietarios de vehículos extranjeros, la mayoría británicos, que pululaban por Mijas sin pagar impuestos ni en su pais ni en el nuestro, con vehículos carentes de seguro (el pobre que tuviera un accidente con ellos pasaba un quinario para poder reparar su coche), con ITVs caducadas desde hacía muchos años que nos ponían en peligro a todos... contra esos me gusta actuar porque son parasitos de la sociedad que nos perjudican a todos. Mis compañeros tachan de obsesión esa persecución que llevo a cabo, si es que se puede denominar persecución, ya que no es algo que priorice, pero hay tal cantidad de estos vehículos que cada día me cruzo con decenas de ellos. Antes de irme de vacaciones en Agosto un compañero me mostró un objetivo que me llamaba la atención por 2 motivos: por la situación ilegal de los vehículos y por ser un circo. No me gustan los circos, pero solo los que llevan animales. Los circos de malabaristas y acrobatas me encantan, pero no los que explotan a animales haciendoles sufrir para vender entradas a su costa. Y ese circo llegó a Mijas y tras algunos días me pude acercar y comprobar como su situación administrativa era caótica. Ese circo tiene los días contados porque esos negocios ya no venden. Con mi intervención les he dado un duro golpe y espero que legalicen los vehículos que les dije, lo cual conllevará bastante tiempo y dinero. Me muerdo las uñas por querer contar más detalles, pero por ser una actuación policial no quiero meter la pata y que al final la tomen conmigo por realizar mi trabajo.