Quien algo quiere, algo le cuesta, y así me aplico el cuento. Para algunas cosas soy "mu apretao", teniendo unas rachas de estrés que hacen que consuma las pocas horas que tiene el día haciendo malabarismos para que me cuadre todo.
Martés: Comienzo el día acudiendo a la ITV del coche, que está ya que se cae a "cachos" pero que me aguantará un año más porque pasó la inspección sin problemas. Reunión en la universidad para concretar detalles del artículo que queremos mandar a una revista con los checos. Trabajo por la tarde. Al salir, entrenamiento de series (6x1000) mas "reventao que na", pero lo terminé. Con un bocadillo de jamon cocido en el estómago para toda la tarde.
Miercoles: Trabajo. Al salir voy para casa, me cambio y 12 kms. mas para el cuerpo de rodaje. Ducha y un yogur de postre para el almuerzo de un bocata de lomo que me tomé a las 11:30 de la mañana y ahora son las 17. Tras la ducha, afeitarse las piernas para el masaje que viene justo después. Tras el masaje, a trabajar en un posible artículo cuyo resumen habría que enviar esa misma noche para poder terminarlo antes del domingo. Afortunadamente no salió lo esperado y por eso puedo escribir estas líneas ahora.
En estos dos días solo he comentado por encima las cosas que afectaron al cansancio físico, pero el mental me lo quedo para mi con buenas y malas noticias mezcladas que afectan más aun al rendimiento.
Si no he reventado en esta semana, creo que podré conseguir algo aceptable en Budapest.
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