D-1 día para Cto. Europa Veterano Aire Libre 2012

Día movidito por obligación. Empezamos haciendo el último entrenamiento a las 7 de la mañana. Madrugar no es problema porque a las 5 y media, al no haber persianas, nos entra el sol por la ventana si o si, así que no hay quien pegue ojo. Bueno, alguien habrá, pero ese no soy yo desafortunadamente. David Cervelló se ha compadecido de nosotros y nos llevó en coche a Zittau donde primero tuvimos que ir a un sitio a recoger la acreditación y, posteriormente, al estadio que estaba a un km. lineal de donde recogimos la acreditación, pero en coche por lo menos a 3, para confirmar la prueba de 5000. Un rollo que tengamos que volver a confirmar la prueba de 20 kms. porque si. No me fío un pelo del shuttle que va a Zgorzelec. 3 autobuses para, supuestamente, 300 marchadores que salen a horas tan extrañas como a las 5 de la mañana el primero y a las 10 el segundo. Considero un error garrafal de la EVAA haber elegido este trio de sedes porque no podemos vivir el ambiente de la competición y no hay alojamiento posible en la ciudad principal. Eso si, hemos encontrado una agencia de viaje que ha proporcionado alojamiento a escasos metros del estadio y es bastante económica. Tenemos que pillarle el teléfono o el mail.

Al regreso, tras la comida, me ha entrado el estado de nerviosismo extremo cuando se me viene a la cabeza que ya es el día D y la hora H, con un calor del copón. Esa posibilidad de bronce está ahí y tengo que admitir mis opciones ante la falta de mis compañeros M35 españoles a los que se echa de menos. Aunque no consiga los 24 minutos necesarios para que te den el metal, el quedar en podium sería algo muy bueno, un pequeño sueño y un paso más en mi trayectoria. Si no se consigue, pues no pasa nada. Quedar entre los 5 primeros era mi objetivo inicial al inscribirme y con eso me es suficiente. Ese nerviosismo me ha conllevado un paseo forzado para despejarme por los alrededores del zoo (he visto un montón de animales pues algunas zonas se ven desde fuera) y después al centro, donde he aprovechado para cenar tranquilamente un plato de arroz que mi estómago necesitaba y que me ha salido por 3 euros, bebida incluída. Ahora toca sesión de House (la serie, no la música) hasta que consiga dormirme, lo cual será complicado. Ose dejo una foto del trío que mañana competirá a la peor hora.