Hoy, por circunstancias, he entrenado en San Roque, mi pueblo natal. Llevaba tanto tiempo sin venir, que resulta que hasta han puesto pista de sintético (cutre, pero sintético) en el estadio donde daba mis primeras vueltas marchando.
Como había partido de futbol y el Pinar del Rey me pillaba lejillos, me he ido a la antigua carretera general N-340, ahora (en realidad hace algunos años) convertida en carril de servicios ó camino al casino. Sin embargo, también es conocida por otro nombre, la ruta del colesterol.
Ese nombre viene porque la pendiente que tiene es llevadera y se pueden recorrer 2,5 kilómetros en cada sentido para aliviar las penas de aquellos cuyos análisis han demostrado que los trigliceridos sobrepasan los límites aconsejados.
Se que me puedo tirar un farol muy gordo, pero yo fui uno de los primeros en usar esa ruta para marchar, más concretamente cuando iba a la universidad, antes del 2000, sin que pueda precisar el año. Creo que estaban de obras en la carretera del Pinar del Rey, así que me iba a esta carretera a hacer mis entrenamientos largos de 2 horas cuando volvía a casa por vacaciones. Ni que decir tiene que por allí solo pasaban coches esporádicos, si bien hoy me he encontrado a bastante gente que me ha servido para mantener un ritmo adecuado. Creo que ninguno ha intentado seguir mi ritmo o imitarme, pero tampoco he mirado atrás.
Ya en el pueblo apenas se acuerdan de mi y no creo que sepan siquiera que ese tio que anda raro fuera vecino antaño y que llegó a ser algo. No mucho, pero algo era, al menos el único marchador del pueblo.
Desde la señal de ceda el paso junto al club de tenis hasta el final del puente que va al depósito hay unos 2,5 kms, para aquellos que lleguen aqui por casualidad y tengan curiosidad. Hoy, sin haber dormido bien y con bastantes kilómetros de coche en las piernas, he hecho 55:59 en 2 vueltas, lo cual no está nada mal.
A ver cuantos años pasan antes de que vuelva a hacer la misma ruta.
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